lunes, 9 de diciembre de 2019

(DES)CONTAR GANADOR DEL XXIV PREMIO INTERNACIONAL DE NARRATIVA ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS DE ÁVILA




El pasado día 26/09/2019 me comunicaron que mi relato (DES)CONTAR, resultó ganador del Certamen Internacional de Narrativa que promueve la ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS DE ÁVILA patrocinada por la Obra Social Caixabank, entre más de 600 trabajos a concurso.
Fue emocionante el acto de entrega celebrado el pasado 28/11/2019 en el Parador de Turismo de Ávila, en el que no faltaron sorpresas como la música en directo que amenizó la jornada.
Como el texto es largo, dejo aquí el enlace a la página, en la que además de leerse se puede escuchar.
Dejo algún enlace más por si ese llegase a fallar.
Otra reseña más.

En la foto superior con el presidente de la APA José Pulido, el vicepresidente de la Fape Aurelio Martín y Mª del Carmen Rodríguez representante de la Obra Social Caixabank, patrocinadora del concurso.




sábado, 9 de marzo de 2019

"LA LLAMADA" finalista mes de enero de 2019 en La Microbiblioteca.





LA LLAMADA


Ya no quedan músicos en la ciudad. Primero desaparecieron los virtuosos de los instrumentos de cuerda. Les siguieron los de viento, cargados con sus clarinetes y trompetas avanzaron lentos pero resueltos. Los percusionistas dejaron atrás sus bombos y platillos para no ver entorpecido su avance. Los últimos fueron los instrumentistas eléctricos que, aunque rezagados, también cedieron al influjo de ese sonido fino, ese chillido reservado únicamente a tímpanos de sensibilidad superior que provenía de las alcantarillas de las afueras de la ciudad.

Este micro llegó a las deliberaciones finales en el concurso de La Microbiblioteca y aparecerá en la publicación anual del concurso. Para leer al resto de finalistas pinchad aquí

sábado, 5 de enero de 2019

"LA BOLA DE CRISTAL" mi aportación al concurso #cuentosdeNavidad de Zenda e Iberdrola.


"LA BOLA DE CRISTAL"


Volver a casa, a la casa donde pasé mi infancia, para poner el cartel de “se vende”, no fue fácil. Nada más colgarlo de la puerta sentí que abría una herida en la piel de la vivienda. Ya dentro, me apresuré a cubrir con sábanas los muebles que no dejaban de escupir recuerdos. En el desván llamó mi atención una caja con el rótulo de “Navidad”, pese a la urgencia por escapar no pude vencer la tentación de abrirla. Dentro, aplastado por el olvido, había un montón de espumillón junto al Niño Jesús temblando de soledad y unos pastores tan descarriados como su rebaño, en busca del portal. La mayoría de las figuras sufría algún tipo de mutilación,  ovejas con tres patas, pastores con un solo brazo, magos sin magia…

Al fondo de la caja estaba la bola de cristal que me trajeron los Reyes cuando tenía siete años. Aún recuerdo lo feliz que me hizo encontrarla en mis zapatos de charol. Ninguna de mis posesiones posteriores ha logrado hacerme sentir tan especial.

La agito esperando ver la nieve de mi infancia cubriendo con su manto los diminutos tejados de las casitas, pero en lugar de eso muestra mi pequeño apartamento en la ciudad que aparece frío y desangelado pese a estar decorado a la última. El salón, con su sobriedad y sin ningún adorno navideño, semeja una oficina. El calendario señala veinticuatro de diciembre, la mesa está dispuesta para un solo comensal.

La muevo otra vez con fuerza esperando ver por fin simplemente nieve llenando la bola. En lugar de eso veo la casa en la que estoy con una familia que no conozco reunida junto a la chimenea, a su lado, el belén de escayola luce espléndido, sin mutilaciones ni huellas de desamparo. El calendario señala un veinticuatro de diciembre del año que se aproxima.

Siento la urgencia de agitarla otra vez esperando ver las pequeñas motas blancas cayendo sobre los tejados de las casitas del interior de la bola y recobrar, aunque sea por un instante, la sensación que sentí de niña. Pero al moverla resbala de mis manos y se estrella contra el suelo. De ella solo quedan un montón de vulgares cristales.

#cuentosdeNavidad