"EL ÁTICO"
Nuestro edificio está
organizado por edades. Así, en el bajo habitan unos jóvenes aún púberes. En el
primero, una pareja de recién casados llena las noches de fogosos jadeos.
Ascendiendo encontramos a una familia con dos niños pequeños y un caniche.
Encima de ellos un matrimonio convive con su hijo adolescente quien, de cuando
en cuando, propina algún que otro portazo que hace ladrar al perro que vive
debajo. En el cuarto, un matrimonio a las puertas de la jubilación cuenta los
días para que su hijo, cumplidos los cuarenta, se independice pronto. Estos
soportan el alto volumen del televisor de la vecina de la planta quinta, que no
tolera el sonotone y se despacha a gusto con la tecla del volumen de su mando a
distancia, cuando ve la novela y las noticias. Yo vivo en el sexto, y más
arriba, al ático, no hemos subido nunca. Acaso atisbamos los movimientos de las
persianas que suben y bajan o aguzamos el oído cuando, en las noches de luna
llena, ese sonido que desciende y se cuela dentro de nuestras casas, nos hiela
la sangre.
Este relato ha recibido una mención en la convocatoria de la pág. ENTC con el tema "no moriré del todo". Para leer el resto de relatos ganadores y mencionados, podéis pinchar aquí