PARA SIEMPRE
Mi hermano tira de mí. Me
coge de la mano y me urge a moverme: ¡vamos, vamos, mira como todos vuelven!,
grita señalando al resto de niños. Yo le digo que no con la cabeza porque de repente
la boca no sabe hablar. Intento librar mi mano de la suya pero me aprieta muy
fuerte. Noto como su enojo empieza a crecer.
Está a punto de violentarme pero lo prefiero antes de volver. Los demás son ya puntitos
a punto de borrarse y mi hermano lucha entre sus deseos y los míos. Para animarme
me dice que hay un perrito Ixcuintla muy cariñoso en nuestro altar y una buena
cantidad de pay de limón que ha hecho la abuela, pero yo sigo moviendo
la cabeza hacia los lados incapaz de hablar; si pudiera hacerlo le diría que se
dé prisa, que si no lo hace llegará cuando estén poniendo las flores de cempasúchil,
que aproveche mi porción de dulce y mis juguetes. Si pudiera hablar le diría
que a mí también me gustaría volver, pisar otra vez México y ver a mamá. Pero
no puedo y sigo diciendo no con la cabeza igual que el día que nuestro nuevo padre me empujó para siempre, “para siempre” me gustaría decirle para que me entienda.
Mi aportación al concurso de Zenda e Iberdrola #DíadelosMuertos.
Qué máquina de idear historias. Que tengas suerte en el concurso.
ResponderEliminarNo hubo suerte,bueno sí, la de tu visita.
ResponderEliminar;)