esta noche te cuento: JUL48. LA PROFESIÓN DEL ABUELO, de Yolanda Nava: Cuando le preguntaban al abuelo qué había sido en la vida, una lucecita se encendía en sus apagados ojos y una sonrisa torcía los pliegu...
Os dejo el enlace de mi aportación de este mes en estanochetecuento, para el tema viajes. Abrazos.
Al final del viaje quedan los recuerdos, aunque no hay porqué llorar, la madurez nos hace saber que nada es eterno. Pero cada quién ve su película con diferente óptica.
ResponderEliminarCarlos, las lágrimas que cae el abuelo brotan del recuerdo de su compañera, ya fallecida.
EliminarGracias por acercarte hasta aquí.
Saludos.
Qué preciosa historia, Yolanda. Pleno de una ternura tan profunda que se vive, que contagia. Es muy difícil lograr un micro con una vida bien vivida.
ResponderEliminarBravo!
Acabo de visitarte allí, porque estoy realizando un viaje a través de las historias de personas conocidas o amigas. La tuya me ha gustado y también me emocionan los recuerdos de nuestros mayores.
ResponderEliminarBESOS desde un cielo nublado.
Gracias Laura. :)
EliminarSiempre nos acordamos de los abuelos. De lo que nos decían, de lo que hacían o cómo vestían. Es importante en la vida de un niño, convivir con sus abuelos...
ResponderEliminarMe han encantado los recuerdos de algodón de tu abuelo (como te digo allí).
Un beso grande.
Gracias Petra siempre tan rápida y amable comentando. :)
Eliminar