En el desierto, sobre las
ardientes dunas de arena, boquean peces de colores mientras yo avanzo a coletazos
apartando olas de fuego. Brillan bajo los rayos solares y sus colores forman riachuelos azules,
verdes, morados, rojos, amarillos… Y otra vez amarillos como el oro. Como las
hebras de mi pelo. Como el horizonte ambarino y espeso.
Deseo pulsar el interruptor
de la lámpara de mi mesilla de noche y comprobar que estoy en mi cuarto de
paredes azules, de cortinas azules, de alfombra y colcha añil. Al estirar la
mano, una materia escurridiza y ardiente
se filtra entre mis dedos. Me muevo y mi
enorme cola dibuja una ese que levanta
una nube de granos arenosos que el viento enreda en mi pelo, que se cuela entre
mis doloridos pechos y se pega a las escamas que encierran ahora
mis piernas, unidas por esa humedad caliente y pegajosa. Oigo ladrar a mi perro,
ahora convertido en calamar, y mamá con cara de manta raya vocifera
cariñosamente: “hora de levantarse”.
Participaron 204 textos de 12 países: España, Argentina, México, Perú, Venezuela, Alemania, Grecia, Colombia, Uruguay, Brasil, Ecuador y Egipto.
Resultaron finalistas los relatos: "A veinte mil leguas de mi casa", de Paz Monserrat; "Amarillo y Azul", de Yolanda Nava; "Looking For Paradise", de La Rueca de Aurora; "La conducta de los Perros", de Juan Pablo Goñi; "Una Tontería", de Chistine Bouyssou; "Dar para creer", de Matero Alonso y "Clarisa", de Miguel Ángel Flores.
http://www.grupoanden.com/14022/73001.html
Participaron 204 textos de 12 países: España, Argentina, México, Perú, Venezuela, Alemania, Grecia, Colombia, Uruguay, Brasil, Ecuador y Egipto.
Resultaron finalistas los relatos: "A veinte mil leguas de mi casa", de Paz Monserrat; "Amarillo y Azul", de Yolanda Nava; "Looking For Paradise", de La Rueca de Aurora; "La conducta de los Perros", de Juan Pablo Goñi; "Una Tontería", de Chistine Bouyssou; "Dar para creer", de Matero Alonso y "Clarisa", de Miguel Ángel Flores.
http://www.grupoanden.com/14022/73001.html
Me encanta. Fantasía y color. Toda una experiencia onírica.
ResponderEliminarEnhorabuena, Yolanda.
Un abrazo.
Como siempre Yolanda, derrochando talento e imaginación. UN juego de espacios muy bueno, y la historia me ha llevado a la realidad ilusoria de una sirena doméstica. Me encantó.
ResponderEliminarAbrazos
Qué bonito, Yolanda. Y cómo gusta ese ratito último antes de levantarse, y soñar un rato que los sueños eran verdad. Felicidades otra vez. Qué gusto codearme contigo, campeona!
ResponderEliminarUn abrazo.
Este micro rompe un poco con lo que vengo haciendo, creo que es difícil de interpretar y me gustan vuestros comentarios porque veo los diferentes enfoques que pueden darse.
ResponderEliminarNadie ha reparado en la "humedad caliente y pegajosa" que alude al paso físico de las niñas hacia la adolescencia, si eso se produce en la noche, en medio de otros sueños, puede derivar en una situación extraña como la que narro.
Por ahí iban los tiros.
Muchas gracias por acercaros y dejar vuestros comentarios amigos.
Un abrazo.
Hola Yolanda, me resulta más fácil leerlo después de los comentarios, y me refiero a esa "humedad que citas". Es un texto muy bello, de muchos colores aunque destaque el azul sobre todos ellos. Para mi gusto, no repetiría "azules" tan cerquita uno de otro, pero por lo demás....¡fenomenal y muchas felicidades!
ResponderEliminarUn besazo amiga.
Gracias por tu opinión Laura. Yo creo que este texto no es fácil de entender, y sí, pensé en lo que dices de la repetición de azul, pero intencionadamente me pareció que no quedaba mal en el contexto que lo puse, a veces no logramos lo que pretendemos, pero ahí está.
EliminarGracias también a Miguelángel, Montesinos y Sara por vuestra opinión.