La
abuela ha vuelto a casa. Pese a ello parece triste, y mamá también. llegó de
madrugada con la misma maleta con la que se fue hace dos años, con el mismo
vestido negro. Yo me alegro de tenerla de vuelta, aunque se empeñe en que tengo
que rezar antes de acostarme y en que debo aprender a remendar.
Espero que no se haya olvidado de esas historias tan interesantes que me contaba antes de irse a la residencia, aunque las he oído mil veces, estoy deseando escucharlas otra vez, pues en su boca siempre parecen nuevas.
Esta vez mamá no me ha explicado la causa de su regreso. Cuando se fue, tenía una lista interminable de razones. La más importante era que la abuela y papá no se dirigían la palabra y, aunque él ha cogido su maleta y le ha dado dos besos de bienvenida, ahora que desde que cerró la inmobiliaria está todo el tiempo en casa, no sé con qué van a llenar tanto silencio mientras yo esté en el cole y mamá buscando portales para fregar.
Espero que no se haya olvidado de esas historias tan interesantes que me contaba antes de irse a la residencia, aunque las he oído mil veces, estoy deseando escucharlas otra vez, pues en su boca siempre parecen nuevas.
Esta vez mamá no me ha explicado la causa de su regreso. Cuando se fue, tenía una lista interminable de razones. La más importante era que la abuela y papá no se dirigían la palabra y, aunque él ha cogido su maleta y le ha dado dos besos de bienvenida, ahora que desde que cerró la inmobiliaria está todo el tiempo en casa, no sé con qué van a llenar tanto silencio mientras yo esté en el cole y mamá buscando portales para fregar.
Con este micro participo en la convocatoria de P.M.I. 2014 que hace el blog la colina naranja
Todo resulta precario en la vida. Otra cosa son los anuncios de la macroeconomía, claro, donde todo parece recuperarse; eso sí, a nuestra costa.
ResponderEliminarEn tiempos de crisis, las pensiones de los viejos son de una gran ayuda, está claro.
Abrazos, Yolanda.
Como es la raza humana de egoísta, solo molestan cuando no interesa. Denuncias muchas cosas en este texto; aunque algunos sigan haciendo oídos sordos. Menos mal que la niña representa el futuro y la esperanza. Un saludo, Yolanda.
ResponderEliminarLa mirada infantil que no entendiendo nada, nos lo dice todo. Saludos, Yolanda
ResponderEliminarLos niños y sus preguntas certeras siempre. Que saben y no saben.
ResponderEliminarNosotros, en cambio, los mayores no sabemos nada, no sabemos lo más importante: salir del atolladero.
Yolanda, un microrrelato contundente, por esa realidad que muestra y por todo lo que apunta, o mejor dicho, calla.
ResponderEliminarBuen microrrelato indignado.
Abrazos.
Triste realidad. Los abuelos nos estorbaban, hoy vivimos de ellos. La vida nos da como si fuera un bumerán, en las narices todo lo que creemos nos estorba y cuando creemos que no nos va a pasar, nos devuelve para que sepamos valorar lo que tuvimos y encima tenemos crisis...
ResponderEliminarTristes tiempos estamos viviendo!!
Besicos muchos.
Qué grande es la pregunta de un pequeño, y qué insignificantes nos sentimos cuando no sabemos responder. Tú eres grande, Yolanda.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Gracias amigos por acercaros y dejar vuestra opinión.
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