miércoles, 15 de febrero de 2012

UNA LÁGRIMA ENTRE LOS DEDOS



Coloca con delicadeza la lágrima de cristal debajo del ojo derecho y se aleja para apreciar el resultado. Siente esa sensación de vacío, de irreparable pérdida, casi de orfandad, que le invade cuando finaliza una obra y  ha de separarse de ella.  
El resultado nunca es perfecto. Aunque esta vez ha estado cerca. La imagen parece tan viva..., las lágrimas que se deslizan por el marmóreo rostro tienen un aspecto tan real que al rozar la más cristalina con sus dedos, esta se vuelve líquida entre ellos.
Se apoya sobre la escultura de la hermosa dama y siente como la carne de ella, contundente y cálida, late bajo sus manos.
Tiene que ser el agotamiento, veinte horas de trabajo diario durante meses, pasan factura.
Una voz suave que sale de la boca de la efigie, repite las palabras que años atrás pronunciara el gran maestro: “un día tu obra será tan perfecta, tan tuya, que cobrará vida y no querrá separarse de ti”.

13 comentarios:

  1. Una historia preciosa, Yolanda. La relación del artista con su propia obra me parece un tema que puede dar mucho juego, como es el caso de tu relato. Me ha recordado eso que se cuenta de Miguel Angel cuando terminó el Moisés y dijo: "Levántate". No sé si era realmente así la anécdota, pero más o menos. Enhorabuena!!!

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  2. Me ha parecido de gran belleza este relato. Enhorabuena Yolanda.

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  3. Gracias, era una idea para un concurso en Triple C, pero al final he cambiado la frase de partida y me he quedado con el relato porque no terminaba de convencerme. Un abrazo para todos.

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    1. Es una historia maravillosa. Todos los artistas tiene una relación casi mágica con su obra.Muy bien plasmado. Un beso.

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  4. Gracias a todos por vuestros comentarios.

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  5. El sueño de todo escultor, hecho realidad. Una bella historia.
    Un abrazo.

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    1. ¡Sara! Tú por aquí, muchas gracias por tu tiempo y tu comentario.

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  6. Muy bello relato, Yolanda. Felicidades.

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    1. Gracias Lucrecia, tuve problemas con el final y no termina de convencerme, pero en fin, como bien reza el texto, es difícil estar totalmente satisfechos con nuestras creaciones. Un abrazo.

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  7. Te imaginas al escultor dandole forma con gran delicadeza, esperando que tome vida propia. Una historia muy hermosa Yolanda.

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    1. Gracias Fina, por pasarte por aquí y dejar tu comentario. Un abrazo.

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