miércoles, 24 de junio de 2015

"CORAZONES" finalista mensual y "EL VISITANTE" distinción del Jurado en el I CONCURSO DE RELATOS ASOC. LITERARIA POIESIS


EL VISITANTE

Su silueta encorvada con el petate mugriento a la espalda avanza hacia nosotros. Parece un espectro hecho con retales del pasado. No sé qué hacer. No siento el impulso de abrazarlo. ¿Por qué no regresó con los demás?, me pregunto. Ya pasé el luto, el duelo, y doné todas sus cosas.
Mis hijos me miran con los ojos llenos de preguntas. No es posible que lo recuerden. La niña tenía poco más de dos años y el chico era un bebé. Hace mucho tiempo que tienen otro padre.
Me explica que viene huyendo de un batallón enemigo, que si puedo cobijarlo hasta que pasen de largo, que serán sólo unos días. Yo le digo que sí, que si son sólo unos días sí, que tenemos un cuarto de invitados. Me pide algo de beber y, antes de que diga si puede ser limonada fresca, ya la estoy sacando de la nevera.




CORAZONES

Se pasa el día emborronando folios. El abuelo dice que la dejemos, que es un comienzo. Mamá la mira de reojo mientras finge leer. Dice que parece feliz y es lo que cuenta. Papá ni la mira, como antes.
Hoy es su cumpleaños y vinieron mis tíos; le preguntaron si sabía que día era y dijo que jueves, y aunque le chivé que diez de febrero, ella dijo siete de noviembre; tampoco supo decir cuantos años cumplía pese a tener enfrente las sesenta velas.
Siguió a lo suyo, garabateando. Dibujó un corazón verde con el nombre del abuelo dentro y él lloró con muchas lágrimas, tontas, las llamó, aunque a mí me parecieron lágrimas normales; después cogió el dibujo, lo dobló con cuidado, y lo guardó en el bolsillo de la camisa, muy cerca del corazón.

Con estos relatos participé en el I CONCURSO JAVIER TOMEO de microrrelatos organizado por la Asociación Literaria Poiesis de Alcañiz, vaya desde aquí mi agradecimiento por publicar uno de los textos en su revista y por distinguir el otro con un diploma.

sábado, 20 de junio de 2015

"LA CARTA" ganador en la ilustración nº 17 I CONCURSO ILUSTRACIONES HISTORIADAS "CUENTA QUE TE CUENTA HASTA 150"






LA CARTA

El cartero que la trajo se disculpó diciendo que son cosas que pasan, que somos humanos y cualquiera puede equivocarse y que él, lleva en el cuerpo sólo unos meses. Pese a su aspecto, el matasellos se lee correctamente.

-Mire usted, de hace diez años, lo señala, liberándose definitivamente de toda culpa.
Cuando se va me quedo mirándola. La huelo. Huele a mar, a cerveza, a un producto químico que no reconozco y a su perfume de lavanda. Junto al sello tiene pegados granitos de arena, me pregunto si serán del desierto o de la playa. Cualquiera sabe… con su afición a los viajes, puede ser de ambos lugares.

La palpo. Parece contener sólo un papel, ella siempre fue muy parca en palabras, aunque siempre encontraba las justas y certeras.

Mi mujer no tardará en llegar con el niño de la guardería, si la ve se interesará y será tan tedioso e innecesario darle explicaciones… La escondo. Necesito estar solo para leerla. Encontraré un momento mejor, y con la urgencia de su coche aparcando delante de casa, la meto debajo del colchón.

Ocurrieron tantas cosas después…, el infarto de mi suegra, su convalecencia en casa, las horas extras en la oficina por la crisis… Fue en verano, al dar la vuelta al colchón, cuando la vi. Estaba igual, sólo la arena parecía haberse quitado y a los olores que tenía se sumaba el de la opresión y la oscuridad.

Iba a abrirla, pero sonó el timbre y la escondí en el altillo del armario, entre la ropa de invierno. Y ha sido hoy, al coger el jersey de lana, cuando se me ha caído encima. Ahora huele también a alcanfor.

Mi familia me espera, la guardo otra vez debajo del colchón, en el verano tengo más tiempo libre que nunca, será un buen momento para leerla.


Este relato resultó ganador en la ilustración nº 17 del concurso del artista Juan Ramón (Puñal Artista) y ha sido incluido en la antología con el resto de seleccionados que podéis ver aquí




sábado, 6 de junio de 2015

"MENÚ PARA DOS" Finalista en Wonderland 05/06/2015







Cortar el rencor en lonchas muy finas y sazonarlo con una cucharadita de perdón. Trinchar los reproches y calentar los sentimientos fríos. Reservar. Pochar los malos recuerdos hasta reducir. Añadir a una cazuela en la que tendremos -ya caliente-, una cantidad abundante de aceite de olvido y cocer a fuego lento hasta obtener una mezcla armoniosa. Emplatar y servir una generosa cantidad que regaremos con un caldo joven de ilusión que habrá fermentado en corazones maduros. Se recomienda degustar en un restaurante de al menos cien estrellas, con vistas al futuro. Recomendado sólo para comensales dispuestos a experimentar nuevos sabores.

Este micro resultó finalista en el concurso semanal de Wonderland (imprenscindible 100 palabras), fue ganador Lorenzo Rubio, y me acompañan como finalistas: Juancho Plaza, Anna Jorba, Mª Belén Mateos, Paloma Hidalgo y Virtudes Torres.