Ya... es una lata lo de comentar cuando salen esos códigos tan raros, si yo supiera como se quita ahora lo eliminaba, pero chico, soy una negada en estos temas. ;)
Moribundo, postrado en una cama, rememora un hombre ya viejo lo que fue su vida. Quiere irse abrigado de sus recuerdos felices, pero su memoria trae más hiel que miel. ¡Apunten fuego! volvió a escuchar una vez más en su agonía. Y su ya poca vida se volvió atormentar, como aquellos días que marcaron su suerte y cuya secuela no lo abandonarían ni al llegar de la muerte. Me gustó tu relato Una historia bien armada, creíble y sentida. No todos los que sobreviven la guerra vuelven con el alma entera. ¡Saludos!
Compañer@ enteciano contactamos contigo a través de tu blog al no disponer de tu email. Por favor ponte en contacto con UnMillonDeEntecianos@gmail.com, imaginarás para qué...
Te pediremos también que borres este comentario, es una sorpresa secreta, o casi.
Hacia allí vamos, Yolanda.
ResponderEliminarUn abrazo,
Voy para allá...
ResponderEliminarUn beso.
Pues también voy para allá
ResponderEliminarBesitos
Gracias por pasaros.
ResponderEliminarSaludo Pedro, Sara y Elysa.
Voy a ver...
ResponderEliminarPD. Vuelvo a intentarlo, si no puedo con la leche las letras, averiguo tu número y te lo digo por teléfono, joé.
Ya... es una lata lo de comentar cuando salen esos códigos tan raros, si yo supiera como se quita ahora lo eliminaba, pero chico, soy una negada en estos temas. ;)
EliminarGracias por acercarte pese a todo.
Un abrazo.
Te leo allí Yolanda ¿vale? Veo que andas muy rápida en cada convocatoria...buf, yo todavía no me he repuesto del mes pasado.
ResponderEliminarBesos múltiples para este noviembre de lluvia.
Demasiado rápida Laura, así me ha quedado, no me gusta nada mi propuesta de este mes, pero en fin, ya está hecho.
EliminarGracias a todos por pasaros.
Para allá me voy. Qué rapidez la tuya, yo desde hace unos meses parece que voy a cámara lenta. Un beso.
ResponderEliminarMejor Mar, ando de capa caída y no tenía que haber enviado nada, porque no vale nada este micro, pero ya está hecho.
EliminarGracias por pasarte. Besos.
Allí te dejo el comentario, y se entiende tu relato perfectamente. Suerte
ResponderEliminarMoribundo, postrado en una cama, rememora un hombre ya viejo lo que fue su vida. Quiere irse abrigado de sus recuerdos felices, pero su memoria trae más hiel que miel. ¡Apunten fuego! volvió a escuchar una vez más en su agonía. Y su ya poca vida se volvió atormentar, como aquellos días que marcaron su suerte y cuya secuela no lo abandonarían ni al llegar de la muerte.
ResponderEliminarMe gustó tu relato Una historia bien armada, creíble y sentida. No todos los que sobreviven la guerra vuelven con el alma entera.
¡Saludos!
Muchas gracias Juan Carlos y gracias por tu visita.
ResponderEliminarCompañer@ enteciano
ResponderEliminarcontactamos contigo a través de tu blog al no disponer de tu email. Por favor ponte en contacto con UnMillonDeEntecianos@gmail.com, imaginarás para qué...
Te pediremos también que borres este comentario, es una sorpresa secreta, o casi.