lunes, 30 de marzo de 2020

DISTANCIAS relato publicado en iLeon para "cuentos durante la cuarentena"






imagen



"DISTANCIAS"


Desde la casa de Damián se ve el camposanto. Tiene trescientos nichos, doscientas lápidas y treinta casitas de esas que estuvieron de moda solo unos años, pero no terminaron de cuajar. Sí, la muerte también sabe de modas. Que se lo digan a él que lleva cuarenta años cuidando el cementerio.

Conoce las malas hierbas que se abren paso junto a las tumbas, sabe de los tipos de musgos y líquenes que se adhieren a los panteones y de los mejores métodos para eliminarlos. El enterrador se sabe de memoria las leyendas de los epitafios, las fechas y los nombres de cada finado, sabe quién ha sido más llorado, conoce la soledad de los que no reciben ninguna visita y los trata con más cuidado. A veces se toma la libertad de sisar alguna flor de los otros, de los afortunados, y las deja en sus lápidas junto con un padrenuestro o un avemaría apresurado, que el trabajo apremia y no puede entretenerse. En las lápidas de los jóvenes y los niños, que por desgracia también las hay, procura dejar un cuento o una canción mientras las adecenta.

Son sus muertos.

Los muertos que tanto echa de menos estos días de confinamiento en los que tiene que conformarse con mirar por la ventana, alargar la vista lo que puede intentando ver si el camino entre las tumbas está libre de malezas, si las flores están demasiado secas o si resisten todavía.

Piensa en doña Magdalena, la más rica del cementerio, con su imponente panteón de mármol, siempre con un ramo de rosas frescas. Será una más sin ellas, sin la visita de su esposo, puntual cada día.

Piensa en don Pablo, su muerto más ilustre. Sus discípulos le dejan un poema periódicamente y él los está recopilando, ya tiene para publicar un libro.Qué será de él… Estará mucho más muerto sin sus versos.

Y piensa en El Drogas, que no tiene ni lápida, que descansa bajo la tierra en un rincón presidido por una tosca cruz de madera. Se sentirá más arrinconado que nunca sin sus cuidados.

En el telediario hablan de más bajas, la cifra crece, las imágenes muestran centenares de féretros alineados, guardando una distancia de un metro entre ellos.

Damián mueve la cabeza de lado a lado con pesar.

No es natural que la muerte y la vida tengan que guardar distancias, piensa mientras pulsa la tecla off del mando de la tele.

Dejo el enlace a la publicación: https://www.ileon.com/cultura/106641/distancias


5 comentarios:

  1. Qué buen relato Yolanda!!
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Margarita y Nani por acercaros y comentar.

    ResponderEliminar
  3. El confinamiento cambia las rutinas de todos, hasta de esos muertos del camposanto...
    Buen relato.

    Un saludo indio
    Mitakuye oyasin

    ResponderEliminar